The Edge habla sobre su nueva Signature Fender Strat

En 2005, Guitar World le preguntó a The Edge por qué nunca promocionó una guitarra.

“Realmente tengo que creer en la cosa,” dijo pensativamente, entonces agregó, “No quiero ser ese tipo en el poster: ‘Compra esta guitarra’ y toda esa basura. He charlado con algunas empresas a lo largo de los años. Además, he tenido a un montón de personas haciendo cosas personalizadas para mí, eso es diferente. Nuevamente, no quiero ser el tipo del poster en las tiendas de instrumentos musicales.”

Este año, sin embargo, el guitarrista de U2 cambió de parecer, y no se disculpa por decir, “Compra esta guitarra”, o amplificador para el caso. “Estoy muy orgulloso de estas dos piezas,” dice acerca de su recientemente desvelada Fender Edge Strat y su compañero, el amplificador de guitarras Edge Deluxe. “Cada diseño presenta algo muy único y actualiza al elemento original de maneras muy interesantes. Vamos a ponerlo de esta manera: Se que estaré usándolos por un tiempo.”

Junto con Bono, The Edge se unió a la junta directiva de Fender en 2014, pero insiste en que la idea de desplegar productos con su firma esencialmente creció de una necesidad personal. Algunas Stratocasters de su época de los 70, de las que depende para sus actuaciones en vivo de canciones tales como “New Year’s Day”, “Pride (In The Name Of Love)”, “Sunday Bloody Sunday”, “Where The Streets Have No Name” y “Bullet The Blue Sky”, estaban fallando por el uso y desgaste a lo largo de tramos anuales de giras.

“Dallas [Schoo, su técnico de guitarras desde hace mucho tiempo] comenzó a buscar reemplazos, y las cosas empezaron a surgir desde ahí,” dice Edge. “Fender rehízo algunas piezas que fueron totalmente increíbles. Después de haber probado la guitarra, me di cuenta que este es un instrumento genial y que estaría muy orgulloso de poner mi nombre en ella. Cuando algo es muy bueno, tienes que compartirlo.”

A continuación Guitar World nos presenta una parte de la entrevista con The Edge. Para la entrevista completa y más, deberás chequear la edición de octubre de 2016 de la revista Guitar World.

Empezaste usando una Strat cuando eras un adolescente, pero tu interés en la guitarra se acercó más a la de Rory Gallagher que, digamos, alguien como Jimi Hendrix.

Sí, conocía a Hendrix, y me encantaba su trabajo, pero Rory era el héroe local, así que fue un tipo de experiencia diferente. Cuando estaba en mi adolescencia, fui a verlo tocar, y sus discos estaban a mi alrededor, así que como que me rompí la cabeza aprendiendo a tocar la guitarra estudiando algo de sus ritmos y canciones. Fue realmente parte de un “power trío” originalmente, y creo que me inspiró a mirar a la guitarra como algo que podría suministrar mucho en términos de dinámica y texturas. Parecía haber mucho sonido saliendo de una guitarra, una Strat. Eso realmente me impresionó.

Cuéntame acerca de tu primera Strat. ¿Fue un modelo “sunburst”, no es cierto?

Es correcto. Esa fue mi primera guitarra de la cual podrías decir que era un instrumento de tipo grado profesional. En realidad, en aquellos días era propietario del 50% de la misma. Con mi hermano, Richard, solíamos poner juntos los recursos para adquirir equipamiento. Teníamos esa Strat y también invertimos en un amplificador y en un par de pedales, y eso nos costó un par de años. Entonces creí que debíamos conservar una guitarra tradicional y rústica para que la usáramos si sucedía que íbamos a tocar al mismo tiempo. Así es como las cosas sucedieron por un tiempo. Después, sentimos que realmente debíamos invertir en dos equipos completos, así que dividimos las cosas. Yo tomé el amplificador y él la Strat. En realidad, aun la tiene.

La Strat 73 negra que compraste en el 81, ¿qué fue lo que te impresionó de ella?

Es gracioso, a veces es muy difícil de definir la calidad cuando eliges un instrumento. Yo solo lo llamo “musicalidad”, donde lo seleccionas e inmediatamente te inspiras por lo que estás tocando. Siempre hablo acerca de encontrar las canciones en la guitarra, los riffs y las partes. Así que para esa Strat, recuerdo que fue una de ellas. Estaba en New York en una de esas tiendas de la Calle 48. Probé un par de guitarras, eran todas usadas; estaban hechas de partes de segunda mano de la tienda, y esa lo tenía. Fue un instrumento inspirador y sonó musicalmente bien, y de repente estaba tocado partes e ideas. Supe que era la guitarra para mí.

La Explorer que usaste en tu primer disco empezó a darle lugar a la Strat.

Sí, por aquel momento. Al igual que sucede con la mayoría de los músicos, tienes una guitarra nueva y realmente quieres usarla. Así que en el segundo disco, tuve la Strat y empecé a usarla mucho, particularmente en algo como “Gloria”. Entonces en discos subsecuentes se volvió una guitarra importante a la que recurrir para mí.

¿Cuándo decidiste ponerle micrófonos DiMarzio?

Mantuve el equipo por unas semanas, pero seguía notando que cada vez que iba al micrófono del puente, sonaba muy punzante, muy… penetrante. Así que fui a la misma tienda y hablé con ellos acerca de esto, y me dijeron, “Oh, hay un tipo ahí al lado que trabaja con guitarras.” Hablé con él y me recomendó cambiar el micrófono. Creí que podría modificar algo el micro; no pensaba que iba a colocar directamente DiMarzio. Después, nos fijamos para ver cómo estaba modificado, pero no podía darme cuenta, así que podría haber sido un poco un argumento de ventas. Sea lo que sea, se ajustó perfectamente a mis necesidades.

¿Qué es lo que conseguías de esa Strat que no lo obtenías de la Explorer?

La Explorer era genial en muchas formas, pero había ciertas cosas que la Strat podía hacer que la Explorer solo no podía por la virtud de la palanca de vibrato. Más allá de eso, hay un sonido diferente que es musicalmente diferente. Tiene algo que ver con los micrófonos de bobina simple. Cuando solía usar la posición fuera-de-fase entre el puente y el segundo micro, había un sustain en el tono, una sensación en el ataque, breve. Solo tenía esa calidad realmente grandiosa, y cuando le agregas distorsión y sobrecarga, realmente puedes sacarlo a relucir.

En algunas de las canciones que has tocado con la Strat, ¿pruebas con una guitarra diferente al principio?

Eso puede pasar, pero en el 80 o 90% de las veces la guitarra que estoy tocando en tiempo real con un sonido particular sería la que inspiró las partes y las ideas. Es en gran medida un proceso creativo que empieza con el sonido y el instrumento, y las partes provienen de eso en vez de elegir y ver si otra guitarra encaja mejor. Es raro que vaya por otra guitarra, a menos que haya una deficiencia sonora real de algún tipo. Ocasionalmente, puedes ir por algo diferente desde un punto de vista de producción, que quieras reforzar el sonido. Pero prácticamente empieza con el sonido y la parte.

Tu Signature Strat es un Frankenstein basada en varios modelos. ¿Cuáles fueron tus principales consideraciones cuando vinieron con el diseño?

Diría que 90% el sonido. No estaba tratando de servilmente recrear un instrumento de los setenta. Solo sabía los aspectos que me encantaban y quería preservarlos, y entonces quise ver si podrían mejorarlos. Experimenté mucho. Teníamos nueve o diez prototipos hechos, porque realmente queríamos escuchar el impacto que los diferentes pesos de los cuerpos podrían tener en ellos.

Traté de hacer uno con un cuerpo de aliso y mástil de palo rosa, pero terminamos con mástil de arce sobre un cuerpo de aliso. Fender también hizo algunos cuerpos de fresno, probando tanto con mástiles de palo rosa y arce. Realmente fue como escarbar en el porqué una guitarra suena de la manera en que lo hace. Probé un par de ellas en la gira, pensando que el cuerpo de fresno y el mástil de palo rosa podría entregar un sonido Strat más clásico, pero volví al cuerpo más pesado de fresno y mástil de arce. Eso es lo que funciona para mí como un “songsmith”.

Para ponerlo simple, el mástil de arce es brillante, y el cuerpo de aliso es profundo y tiene más sustain. Ellos lograron balancear a ambos. La guitarra tiene más extremo superior pero más peso en ella. Comparado con el cuerpo de fresno y el mástil de palo rosa, es un poco más suave y no tan amplio en términos de respuesta de frecuencias.


El resto de la entrevista podrá ser leída en la edición de octubre de 2016 de la revista Guitar World.