U2 en Times Square: pese a Springsteen, Bono no tiene quien le sustituya

Anonadado estoy. Justamente mientras preparo la página de discos sabatina para el Heraldo, me entra un correo desde la web oficial de U2 avisándome que en breve el grupo estará tocando en directo en la misma Times Square a beneficio de los enfermos de SIDA. Dan un enlace a YouTube… y alehop! Ahí están los irlandeses, previo speech de Bill Clinton pidiendo ayuda para comprar medicinas contra la enfermedad…, pero sin Bono.

¿Dónde está el cantante? Cómo es sabido, convaleciente del tortazo que se arreó hace unos días en Central Park mientras montaba en bicicleta y seguramente que todavía reponiéndose del gran susto que se llevó otros días más atrás cuando su avión privado que le conducía a Berlín perdió (o se le abrió) una puerta trasera y se salvó de milagro, según un experto aeronáutico. No están los hados con él.

En su lugar es Chris Martin, de Coldplay, quien canta las dos primeras canciones –“Beautiful Day” y “With Or Without You”-, tomando el testigo la rubia Carrie Underwood, a continuación Kanye West y finalmente, ladies and gentlement, ¡The Boss!, quien canta “Where The Streets Have No Name” y “I Still Haven’t Found…”. También aparece Obama, pero este desde el despacho Oval (parece). Insólito happening en la plaza de la luz y las grandes pantallas.

Es breve, 50 minutos, pero me quedo, como digo al principio, anonadado. Primero porque no tenía ni idea del happening –de ahí la sorpresa- y después por el lugar, Times Square, que hace no mucho visité y me dejó atontolinado con tanta luz y tanta publicidad en gran pantalla (el capitalismo más obsceno, dirá alguno).

Pero sobre todo me martillea de nuevo la percepción de cómo estos americanos son capaces de montar un sarao a la mínima y por la causa más noble que se presente. Y cómo se prestan a colaborar músicos famosos y millonarios que no tienen necesidad ni de publicidad ni de dinero. Al contrario, utilizan su fama para llamar la atención al mundo ante un problema que, aunque haya rebajado grados de presencia en los telediarios, sigue azotando a mucha gente. Para estas cosas son únicos.

Musicalmente ya es otra cosa. Hay algo evidente: Bono es insustituible. Martin defiende sus dos canciones con suavidad y discreción. Le falta el pulmón de Bono. La tal Carrie, salida de la Operación Triunfo americana, o sea, Pop Idol, va a lo suyo y canta sus canciones con su grupo; Kanye West, ejem, mejor me ahorro adjetivos, rapea sobre bases pregrabadas y hasta no sé si hay playback en la voz, vamos que me agua la fiesta, y Bruce es mucho Bruce, pero Bono es único e inimitable. Le mete rasmia y ese desgarro particular suyo cuando rockea pero las dos canciones pierden sin la presencia del titular. Eso sí, al menos recupero el mono de ‘delays’ que me dejó el último álbum de U2: tres de las cuatro canciones del grupo que suenan en Times Square son de The Joshua Tree.

Por último, la gran evidencia de que el futuro quizá no muy lejano de la televisión está en Internet o por Internet. Retransmisión perfecta en cuanto a sonido e imagen, dentro, claro está, de las posibilidades actuales. Pese al West dichoso ha sido una gozosa sorpresa cibernética en medio de la madrugada. Y eso, Bono no tiene quien le escriba, o sea, quien le sustituya. A recuperarse cuánto antes.