NLOTH: Crítica de Neil McCormick

U2: No Line On The Horizon – Crítica completa (más lo que piensa Bono)

        El nuevo álbum de U2, 'No Line On The Horizon' estará ala venta el 2 de marzo. Es un gran disco, y grandeza es lo que el rock and roll y el mundo necesitan ahora mismo. Desde el valientemente urgente e incluso etérea canción que da título al álbum hasta el filosóficamente meditabundo, proverbio transportador de 'Cedars of Lebanon' que invoca un extraordinario viaje a través de sonidos e ideas, la búsqueda de alma en un sanguinario, confuso mundo, todos juntos en una melodía narcótica y canciones pop de la era espacial.

        "Let me in the sound" ["Déjame en el sonido"] es un leitmotif repetido en la letras (aparece en tres canciones, incluyendo el actual single 'Get On Your Boots'). El lema del álbum es la entrega, escapar de los problemas de cada día para perderte (o tal vez encontrarte) a ti mismo en la dicha del momento. Para Bono, representa claramente un escape de la política, de su rol como lobbista y activista para exultar la música de rock and roll. "Every day I have to find the courage to walk out into the street / With arms out, got a love you can't defeat" ["Cada día debo encontrar el coraje para salir a la calle / Con los brazos fuera, tengo un amor que no puedes vencer"] es el puente inspiracional en un épico y explosivo himno llamado 'Breathe', que podría estar establecido en Gaza o frente a tu puerta. Dispersos versos medio hablados encienden imágenes como reportes de noticias desde el campo de batalla de la vida ("16th of June, Chinese stocks are going up / And I'm coming down with some new Asian virus… Doc says you're fine, or dying" ["16 de junio, las acciones chinas están subiendo / Y estoy bajando con algún nuevo virus de Asia… El doctor dice estas bien, o muriendo"] hasta que él está "corriendo más allá como electricidad incontrolada", la tensión incorporada por estruendosas baterías y un sucio riff de guitarra de dos notas hasta que todo se pierde en un creciente coro de himno, donde Bono nos dice "I found grace inside a sound / I found grace, it’s all that I found / And I can breathe" ["Encontré la gracia dentro de un sonido / encontré la gracia, es todo lo que encontré / Y puedo respirar"].

        El lema es aun más explícito en 'Moment Of Surrender', una pulsación, una belleza de ensueños de 7 minutos de tramas de sintetizadores, guitarras plateadas, sub-bajos, palmas, ritmos árabes y partes vocales ululantes, en donde el narrador experimenta una epifanía espiritual en un muy prosaico escenario de una caja automática. Es una bella pieza que suministra el corazón latente del álbum y muestra cuán lejos puede U2 derivar de su estereotipo de banda de rock de estadios a un territorio desconocido, mientras que siguen haciendo algo que toca lo ecuménico.

        Musicalmente, las canciones pueden estar en dos polos de un álbum que conmutan entre sonidos rockeros sobrecargados y ritmos electro hipnóticos: La división U2 / Eno. "No Line On The Horizon" fue producido por el brillante mago del sintetizador de Roxy Music, Brian Eno, con su colaborador Daniel Lanois, el mismo equipo que ha presidido los mejores álbumes de U2, "Unforgettable Fire" (1984), "The Joshua Tree" (1987), "Achtung Baby" (1991) y la más reciente recuperación de la posición elevada en el pop "All That You Can't Leave Behind" (2000). La principal diferencia es que aquí se les ha invitado expresamente en el proceso de composición, con 7 de los 12 temas acreditados tanto a la banda como a los productores, y grabadas con una alineación de seis piezas presentado a Eno en electrónica y a Lanois en la guitarra acústica y en el pedal steel. Es en estas canciones, en particular, las que empujan a U2 hacia el invisible horizonte del título, a la vez más lineal (que tienden a ser conducidas, con ritmos singulares, incluso pulsando a lo largo de un particular efecto de sonido o de repeticiones rítmicas) y lateral (que desafían la obvia estructura de la canción, los coros caen en lugar de elevarse, la rica y alta voz Bono incluida en cánticos armónicos agrupados). Estas canciones extraen de Bono una profundidad contemplativa, por lo que incluso la fantásticamente bizarra 'Unknown Caller' toca una vena de la verdad emocional, cuando el espacio del cantante se lanza a la deriva entre los sonidos de computadoras y las redes de comunicaciones ("Password, you enter here, right now / You know your name so punch it in" ["Contraseña, ingrésela aquí, ahora / Sabes tu nombre así que colócalo"]) sin embargo, parece encontrarse a sí mismo hablando con la voz interior de Dios ("Escape yourself, and gravity / Hear me, cease to speak that I may speak" ["Escápate, y la gravedad / Escúchame, cesa de hablar para que pueda hablar"]). Las palabras y la música se ensamblan en sorprendentes formas que envían a los sentidos a girar.

        Dejando sus propios mecanismos compositivos, U2 produce canciones de rock de alta adrenalina e provocativa inmediatez. Es casi un alivio cuando arriban como una tropa surgiendo en el medio del álbum, demandando un territorio familiar con un estallido de sorpresa y pavor. Saben que los programadores de las radios caerán a sus pies, sin embargo, hay mucha melodía y un exceso de ideas líricas. El actual single 'Get On Your Boots' es un ejemplo magnífico, golpeando contundentemente con energía de punk rock de dos notas, un arrojado riff de guitarra de metalera, un expansivo melódico coro psicodélico y unas juguetonas letras "esloganeras" de Bono en la que se sale del culebrón de pagar un homenaje a los placeres más prosaicos de una bella mujer en "botas sexys". "I'll Go Crazy If I Don't Crazy Tonight" y "Stand Up Comedy", son las canciones más apremiantes del álbum y hasta ahora los menos resonantes temas. Ellos son la luz de socorro de las más demandantes aventuras dentro del nuevo terreno sónico.

        Los peores reflejos de Bono como escritor de letras son los eslóganes, en parte porque es tan bueno en eso. En cuanto a las tres canciones que acabo de mencionar, amontona lemas sobre el sonido para edificar una idea temática, que a menudo juega con su imagen. Así en "Stand Up Comedy" la diminuta estrella de rock con botas nos advierte que "Stand up to rock stars / Napoleon is in high heels / Josephine be careful of small men with big ideas" ["enfréntate a las estrellas del rock / Napoleón tiene tacones altos / Josephine tiene que tener cuidado de los pequeños hombres con grandes ideas"] y en 'I'll Go Crazy…' confiesa (o se queja) "there's a part of me in the chaos that's quiet / And there's a part of you that wants me to riot" ["hay una parte de mí en el caos que está tranquila / Y hay una parte de ti que quiere alborotarme"]. Es todo muy divertido pero demasiado seguido suena como una serie de eslóganes de remeras en lugar de una canción con su propio corazón. Su modo de hacer frases tiene mejor efecto cuando se reduce a que la emoción de la canción tenga prioridad, como en el extraño y adictivo título de la canción que da nombre al álbum, donde él se pierde en el desenfoque de un misterioso amor, una persona que desconocidamente representa una especie de divinidad y que le dice que "el infinito es un gran lugar para comenzar."

        En 'Breathe', U2 localiza el corazón emocional y filosófico en un completamente verdadero himno de U2 (de la cual Eno, aparentemente, afirma que es "la más grande canción de U2" que han grabado). Esto es coincidente, en esta consideración, con la muy fascinante "Magnificent", en la que el combo U2/Eno/Lanois evoca instantáneamente una reconocible clásica canción de amor de U2 con la bandera ondeando de 'New Year's Day'. Estas son las canciones que llenarán a sus fans de alegría, pero es en el álbum más íntimo, en las aventuras extravagantes que U2 cierra en algo que forza a los oyentes a sentarse y tomar nota de nuevo. Hay un dejo en términos de tapicería sónica, la combinación junto a las guitarras de ciencia ficción de Edge y los sintetizadores de Eno proporcionan un intrincado, detallado escape sónico que constantemente tira de tus los oídos y mente, pero las canciones U2/Eno/Lanois mantienen el centro, revelándose lentamente, demandando repetidas escuchas. Ciertamente suena como U2 (al igual que muchos grupos en estos días), pero en sus momentos más atrevidos son algo fresco y ambicioso como los trabajos de un novato, y no como veteranos de 33 años en la carretera.

        Si tiene un defecto, puede estar en la tendencia inherente de U2 a querer ser todo para toda la gente, así que el álbum de la entrega, no pueden dejarse ir bastante durante el camino. Todavía quieren batear la bola fuera del estadio cada vez, por lo que instintivamente contrarrestan su deseo de alcanzar algo de otro mundo con la seguridad de hits de rock. En aquel sentido, no tiene la inocencia o la singularidad de 'Unforgettable Fire' o de 'Joshua Tree', ni tampoco la atrevida reconexión de su sonido que fue 'Achtung Baby'. Para mí, es probablemente el álbum 'Zooropa' el que se suponía que iba a ser, sobreedificando la arquitectura sónica de un clásico U2 e introduciéndolos en la estratosfera del pop. Pero lo que es un lugar para una banda, en órbita alrededor de su propio mito, haciendo música que rebota en el interior del cráneo de sus oyentes, cargada con ideas y emociones, con el suficiente ritmo como para querer bailarla, suficientemente melódica para cantarla, suficientemente entrañable para apreciarla, suficientemente filosófica para inspirar, y con tantas terribles canciones que serían grandes éxitos. Este es, al menos, un álbum para hablar en el mismo suspiro como el mejor y ¿qué otras bandas con su longevidad pueden jactarse de eso?

        De todos modos esta es mi opinión. Les puedo decir lo que piensa Bono, porque me ha mandado un mensaje. Él viene (como él dice explícitamente en 'Breathe') "de una larga línea de vendedores ambulantes" y que probablemente vendería su álbum puerta a puerta si pudiera. "Energía espiritual, alegría, innovación, honestidad emocional, analógico no digital, de fabricación casera no computarizado, un paisaje sónico único", son sus clichés (a pesar de que la puntuación y la ortografía son mías). "Yo me pellizco cada mañana, las tardes ya no son una prueba. Música soul para los frenéticos, música rock para los calmados. El disco que siempre quisimos hacer. Ahora nos vamos al carajo…"

        Sin embargo no por un tiempo, sospecho.